De pequeño, Rodrigo Abugattas tenía una gran afición por los negocios: compraba y vendía cualquier cosa para juntar plata. Hoy, le da trabajo a más de 25 familias en su tienda Comercial Lupe, el local más grande de todo el sector de la calle Rosas.
Desde el primer día, Daniela Lorca se tomó en serio la idea de emprender. Con dos socios y una clara visón de la necesidad que querían satisfacer en el mercado, formó Babytuto.com, el sitio web de productos para guaguas más completo de Chile.
Hace dos años, Nicolás empezó a vender café en las calles de Valparaíso. Junto a su socio y gracias a la asesoría de los Centros de Negocios, crearon El Mañanero, una cafetería que les permite dar trabajo y pensar en nuevos emprendimientos.
Hace 19 años, Santiago Santos comenzó con un negocio en el rubro de la comida. Poco a poco fue creciendo, y hoy cuenta con cuatro locales en la capital, incluyendo el conocido Bar Santiago.
Tiene 34 años y es tatuador. Comenzó a trabajar informal en un box en pésimas condiciones. Pero al poco tiempo, se dio cuenta que así no podría crecer ni desarrollar su arte. Con sacrificio logró tener una estudio con todo en regla.
Tiene 27 años y es tatuadora. Partió en el living de su casa, luego arrendó un departamento con otros tatuadores y ahora formó un estudio colaborativo. Han pasado seis años desde sus inicios y no se ha formalizado.
Tiene 55 años y es dueño de un foodtruck “El divino bocado”. Trabajó de panadero por una década, hasta que su jefe quebró. Tuvo que salir a vender comida a la calle para mantener a su familia, pero la vida se hacía cada vez más dura y riesgosa y decidió cambiar.
Tiene 28 años y hace diez años, junto a su madre, comenzaron a vender colaciones a las afueras de las oficinas. Emplea a diez personas y reparte más de doscientas raciones al día, pero siguen en la informalidad.